
ACA LES DEJO OTRO EJEMPLO
Con una mano atada a la espalda
En un bar, antes de empezar a jugar una partida a los
dardos con ella.
Yo: Sabes que podría ganarte a esto con una mano atada a la espalda, pero como sé que te hace ilusión, voy a darte una oportunidad. ¡Vamos, demuéstrame de lo que eres capaz!
Ella: ¿Qué te apuesta a que te gano?
Yo: Una cena el jueves por la noche. Quien pierde,
paga.
Ella: Trato hecho
Y entonces le estrecho la mano para formalizar el acuerdo.
Hay un comentario adicional que quiero hacerte en este punto: a veces sucede que te desafían espontáneamente con un ¿Qué te apuestas? Cuando esto ocurra, considérate afortunado. La chica te ha servido en bandeja una oportunidad excepcional que no puedes permitirte pasar por alto.
Tienes que tener una respuesta perfectamente preparada y ensayada con la que responder, automáticamente y sin pensar, a una pregunta así:
Ella: ¿Qué te apuestas?Yo: Una cena contigo el jueves por la noche. El que pierde paga.
De este modo, pase lo que pase con la apuesta, tú siempre sales ganando.